lunes, 23 de febrero de 2009

Quisiera Que Me Besaras Otra Vez

Y finalmente sucedió. Fue el sábado 21, cuando mis labios al fin besaron. Fue mágico vivir el momento que tanto había soñado antes, sin miedos, sin complejos, sin barreras. Tan solo el y yo, en su carro, en una calle casi desierta, y en la improvisada intimidad que intentábamos disfrutar, le hice una petición, simple, clara y sincera: ¿Me darías un beso? - ¿Quieres que te de un beso? – Si, respondí. Y sin dudarlo, sin pensarlo un momento, el acercando su rostro y yo acomodando el mío para el tan esperado evento, sucedió que besé por primera vez con pasión, deleite, ternura, tratando de evocar el arte de hacer lo que solo en la televisión había visto y que por primera vez lo hacia yo mismo, besé y fui besado, yo con la inexperiencia que dejaba en el ayer, y él con la experiencia que seguro poseía, terminó el acto dando una cariñosa mordida a mi labio inferior, como no queriendo dejar de seguir, pero que el tiempo, aunque parecía lo contrario, seguía avanzando. Creo que hasta recuerdo el sabor de su boca: agradable, deseable, y por el momento, única.

No tengo muy claro que pasó luego, solo se que el tiempo seguía corriendo cuando de pronto surge otra vez la misma petición: “Quisiera que me besaras otra vez” y él sin lugar a dudas, y con el mismo procedimiento anterior, sumado el hecho que probé un poquito su lengua, me volvió a besar. Cuando terminamos, quedé extasiado y lo único que se me ocurrió decir fue: “Ese fue mi segundo beso”. Hubo una tercera petición, que no fue complacida porque el tiempo ya había hecho de las suyas y no pudo ser complacida.

Todo esto ocurrió luego de que, también por primera vez, experimentara el sexo oral. Su mano en mí, su boca y todo su contenido en mí, con un fin, disfrutar y hacer disfrutar…

¿Las razones? Están de mas, solo lo experimenté y me gustó.

Pdta. Gracias.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Uñas, halitosis y homosexualidad


Recuerdo que desde pequeño y por razones que no tengo muy claras del porque lo hacia, tenia el vicio o el tic de comerme las uñas. Era una especie de tic nervioso en el que inconscientemente llevaba mis manos a mi boca para “comerme las uñas” (Que no me las comía, sino que las cortaba no mas) y eso lo tuve por años, años, y años. No recuerdo, cuando empezó todo pero si recuerdo el inicio del final. Recuerdo que estaba en mi practica profesional del colegio, bien guapito de ropa por el glamour que la practica requería, y me vi las uñas que eran un desastre. Estaba yo sentado en un escritorio cuando de la nada me propuse en mente, corazón y huevos no comérmelas más. Y así sucedió, digo, fue un proceso, no muy largo, pero ocurrió. Cuando me crecieron las uñas por la dieta que me había propuesto, recuerdo que no tenia control sobre mis uñas grandes y aruñaba a mis amigos accidentalmente jeje. Hoy día, mis unas son normalitas y bonitas.

También recuerdo que desde muy pequeño, sufrí de algo que me marco mucho, y lo hace hasta el día de hoy. Y es que padecí de halitosis (mal aliento). No recuerdo claramente por que o cuando empezó, pero si recuerdo que lo tuve, por años. Yo creo que me marco socialmente, porque me hizo un poco tímido y reservado. Tal vez nunca sepa o determine que tan dañino fue para mí el padecer de mal aliento. Pero últimamente, en los últimos días he visto como la cosa se ha ido aplacando, es decir, ya no padezco más de halitosis. Hace un tiempo, dos dentistas me dijeron que tenia una buena higiene (Lo creo porque me castigaba la boca por sus malos olores, que esta quedaba hasta brillante por la agresiva cepillada que me había yo mismo recetado) y les he preguntado a algunos amigos de si tengo algún mal olor en la boca, y para mi asombro me dicen que no, que no huele ni mal ni bien. Bueno, yo quisiera que me oliera bien, pero como dije antes, es un proceso jeje. Primero no debe oler (en eso estoy) y luego debe oler bien (el siguiente paso). Ahora tengo la confianza de hablar a la cara a las personas sin el temor a que aparten sus caras o hagan un gesto disimulado, porque ya no me huele mal, o al menos en ese proceso estoy. De repente hasta me anime a dar un beso, porque hasta de eso tenia temor, al rechazo en medio de un beso, je! Hoy día, no se que implicaciones tenga el hecho de que ya no salgan malos olores de mi boca pero si espero que hayan muy buenos resultados, muy buenos.

Y también desde muy pequeño, no se desde cuando, se que me atraen los hombres, los guapos por supuesto (jeje) o los varoniles, aquellos que por su forma de ser te roban la mirada aunque no sean muy bonitos físicamente, en fin, me gustan los hombres y eso me ha estigmatizado mas que ninguna otra situación en mi vida jamás. Podría decirse que por no fallarle a mi fe (aunque eso me haría ver como si fuera muy devoto, cosa que no es así), o por la sociedad mas que nada, la bendita sociedad que te rodea, entre otras cosas. No tengo idea de cuando comenzó, ni por que, pero ahí está, aun está. Desde siempre he esperado en Dios para que algún día “se me quite”. Hoy en día no se si esa es una buena petición, porque ¿Que tal si Dios me hizo así, y si al final de todo no le desagrada como se me ha enseñado? Porque Dios hizo a Michael Jackson negro, pero el quería ser blanco, no se por que, pero tenia tan fuerte su ambición de ser blanco que hizo todo lo posible para lograrlo, que lo consiguió. Al final no se si eso le hizo mas feliz, no se si dejo contento a Dios por haber cambiado su vida de esa manera, pero si se que el hombre, hoy por hoy, no la esta pasando muy bien.
Así que yo ahora a Dios le pido felicidad, sabiduría y que si el me quiere cambiar, que lo haga, pero si me ama y acepta como soy, gay, pues que me lo haga saber, así consigo novio y me quito la depresión de encima.
Relaciono lo de las uñas, lo del mal aliento y la homosexualidad, porque siempre pensé que algún día, las tres se terminarían en mi vida; que primero se iría el tic de comerme las uñas, ahora es un hecho. Luego el mal aliento desaparecería, todo parece indicar que eso esta ocurriendo, o recientemente terminó; solo falta la homosexualidad. 
Esto es como una profecía personal, una corazonada o algo así. No se si terminara, tal vez es parte de mi, tal vez no, pero porque no estoy seguro no haré nada. Dios si. Si no me quiere gay, me cambiara y punto. Si me ama así, me lo hará saber, y cualquiera sea su respuesta, aceptare gustosamente, porque es Dios y me ama, me cuida y lo que el quiera de mi, esta bien. Solo le pido que se apure, que tengo 21 años y ya quiero amar sin sufrir por ello.