miércoles, 30 de diciembre de 2009

Dura lex, sed lex


En la vida, en todos y cada uno de los aspectos que la enriquecen y le dan sentido existen ciertas indicaciones, normas o leyes que colaboran a percibir en ella y en todos sus ingredientes su sabor que suele ser agradable.
Dependiendo de la circunstancia en que se apliquen, las reglas vienen de algunas cuantas hasta ser una colección enorme de ellas, como por ejemplo las leyes jurídicas o la Torá. Algunas veces son prohibiciones y mandatos pero también se encuentran indicaciones y consejos para sacarle el mejor y debido provecho a la situación sobre la cual se reglamenta, como por ejemplo cuando se compra una computadora, que viene con su respectivo manual de instrucciones sobre como conectarla encenderla configurarla etc.…
Así la vida, que siendo el más grande regalo que los seres vivientes hemos recibido, tiene su conjunto de reglas, normas y también indicaciones para disfrutarla plenamente. Asimismo el transito precisa de reglas para que su objetivo sea cumplido. De lo contrario un transito sin reglas seria un atentado contra la vida, por lo que quienes conducimos por las calles y bulevares de las agitadas ciudades tenemos la enorme responsabilidad de conocer las leyes de transito y mas que eso, cumplirlas para que ya no ocurra lo que a mi, que andando por la agitada San Pedro Sula en hora pico, por no conocer todas las reglas tuve un accidente de transito, siendo yo el responsable. La colisión me costo bien caro, pues dañe mi carro y el de mi victima. No fue precisamente el big Bang lo que ocasione, pero fue suficiente para ganarme una multa por mi falta además de las reparaciones que me toco pagar por los daños a ambos carros. Todo por no conocer, y en consecuencia, aplicar las reglas de transito.

Después de todo lo anteriormente dicho, siento que ando en mi vida como barco sin rumbo, guiado por un improvisado capitán quien no sabe nada sobre barcos, y que al momento de dirigir la nave se le presentan indicaciones para que pueda conducir el barco a su destino. El problema es que el capitán a veces duda de las instrucciones porque algunas les parecen absurdas, otras sin sentido y otras injustas. Algunas veces el problema suele ser el capitán, que es un poco necio, torpe y arrogante que cree estar sobre la ley, que conociendo las reglas, estas le parecen ya cumplidas, o le parecen absurdas o de épocas que ya han pasado a la historia y por tanto sin vigencia alguna en estos días. En esta analogía, cuando digo barco me refiero a mi vida y cuando me refiero al capitán me refiero a mi mismo, con mis deseos, mis preferencias, mis pensamientos, mis sentimientos, mi forma de ser, etc.
Al ser un critico de la ley me convierto alguien que sabiendo la ley, no la cumple. Pero ¿porque no la cumplo? Pues porque me parece injusto que tenga que impedirme el amar a alguien por el hecho de que es de mi mismo sexo. A mi me ha parecido lo mas natural del mundo.

Desde que soy preadolescente me han gustado los varones y hasta me he enamorado de uno de ellos. He tenido sueños húmedos en los que sostengo relaciones sexuales con algún hombre. En lugares públicos donde suele haber mucha gente, los hombres guapos se roban mi atención. Siempre suspiro como idiota al ver a alguno irresistible. Para mi es lo mismo que cuando a mis amigos les gusta una mujer, pasa exactamente lo mismo. La única diferencia es que a mi me gustan los hombres.
Entonces si no pretendo cumplir la ley bíblica con respecto a la homosexualidad debería de salirme de la iglesia, debería dejar de llamarme cristiano, debería romper todo nexo con la religión cristiana. Pero eso es un paso muy difícil para mí. Si lo hago quedaría como un hombre egoísta, motivado únicamente por sus deseos carnales, sin diferencia alguna con una prostituta callejera, sin una meta o proyecto de vida mas que el tener sexo (iba a escribir que multiplicar la especie, pero la frase solo aplica a los heterosexuales) pero pienso ser distinto, pienso superarme económicamente, por eso estudio, para ser un profesional exitoso, de beneficio para la comunidad y dispuesto a contribuir con el progreso de este país.
Sumando la vergüenza que mi familia pasaría con que Lito, el buen muchacho, inteligente, educado, bien portado, salga del closet y se buscó marido; y no solo vergüenza de mi familia sino también el pleito que me ganaría con todos ellos y adheridos por el hecho de ser gay. Muchas consecuencias pueden haber, sean previsibles o inimaginables pero ahora no son el punto.
El punto es que hay reglas en la vida que si o si deben ser cumplidas, por ejemplo debemos comer, sino lo hacemos moriríamos de hambre; hay otras que son opcionales, como lavarse los dientes, sin hacerlo tendríamos caries y mal aliento (¿habrá alguien tan rebelde/estúpido en esta vida?); además en el transito hay leyes, por ejemplo detenerse cuando el semáforo esta en rojo; y también las hay en mi religión (particularmente contra la homosexualidad) y estoy dispuesto a obedecerlas teniendo la certeza que Dios mismo las ha dado, que tengan un propósito o un plan definido (no pasivamente sino activamente), que tengan vigencia total, que no dure toda la vida (el estar obedeciendo una ley tan dura) y que Dios provea la fuerzas para cumplirlas, aunque sufra pero con tal llegue el día en que las actuales leyes bíblicas sobre la homosexualidad ya no las vea como leyes sino como una parte mas de la Biblia (justamente como los heterosexuales la ven).

“la ley injusta no es ley, sino violencia” San Agustín.

Pdta. La imagen que complementa el post tiene su propia historia. Clic Aquí.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Micheletti, Lito y la Razón


La crisis política de Honduras es de lo más desconcertante porque no se sabe objetivamente si la salida del poder de Mel estuvo bien o estuvo mal. A veces pienso que esta bien porque Hugo Chávez influía en el pensamiento del depuesto presidente o porque era muy terco y creía estar sobre la ley o porque tenia una política nada ortodoxa y que parecía atentar contra la democracia del país. Pero a veces pienso que estuvo muy mal porque Mel Zelaya también parecía ser de esos hombres que están hartos de la política tradicional del país, dominada por el poder de los que tienen recursos y por tanto, estaba dispuesto a cambiar eso, además se notaba que pensaba en los pobres (en mi casa nos beneficiamos de algunas de las políticas del Mel a favor de los que menos tienen) y también se notaba que los grupos de poder del país estaban en clara oposición no solo a las políticas, sino también a todo lo que el depuesto hacía, relevante o no en la política, cualquier cosa mala o ridícula era publicada en los medios de comunicación del país, que dicho sea de paso, dichos medios pertenecen a hombres de mucho dinero (¿lucha de clases?)

Pero el 28 de Junio se cerro un capitulo en la historia del país y se comenzó a escribir otro. De lo que supimos sobre los acontecimientos en Tegucigalpa, todo apunta a que la prensa hondureña esta inclinada a favor de una ideología o de intereses particulares puesto que su misión primordial y elemental de informar es el producto que se oferta al mejor postor haciendo de ella la ramera mas repudiable del país entero. Todo parece estar influido por los medios de comunicación porque fueron ellos quienes “informaron” continuamente todos los desaciertos del presidente, fueron ellos los que así fueron creando la pésima imagen que tenia el pueblo del presidente, fueron ellos los que convocaban a marchas pacificas en “favor de la democracia” repletos de gente, a mi juicio, mal informada; fueron los medios los que bloqueaban reportes de otros noticieros sensacionalistas internacionales sobre los macaneos que se armaban en la capital y nos decían con noticieros nacionales que había paz y tranquilidad, y repito sin temor a equivocarme, que la prensa hondureña es la prostituta mas repudiable de este pobre país. A mi solo me resta esperar a que el tiempo saque objetivamente todas las piezas de este rompecabezas para que, una vez resuelto, salga a la luz TODA la verdad que la despreciable ramera y todos sus servidores nos la ocultan o la acomodan.

Lo que parece estar claro es la terquedad y arrogancia (para el mundo entero y la resistencia hondureña) o la tenacidad y valentía de Micheletti (para los golpistas) en mantenerse en el poder, según el, defendiendo la democracia y el respeto de la constitución. Por ello encontré un parecido singular entre Lito y Micheletti, ambos están acusados o defendidos por los dos bandos de la contienda, por unos es alabado y admirado pero por otros es despreciado y repudiado.

Pero ¿Que hace que Lito se parezca a Micheletti? Lito es un terco, de eso no cabe ninguna duda. Terco por creer que ser gay no se puede ni se debe intentar cambiar, terco por resistir a las teorías tradicionales y fundamentalistas de la iglesia que insisten en que ser gay es antinatural, enfermo y erróneo (así como es “terco” micheletti ante la presión internacional). Es valiente por cuestionar lo que desde siempre ha sabido sobre el tema, por estar dispuesto a afrontar la dura realidad y por velar que ninguna ley atente contra su mismo bienestar.
Al igual que en el caso de Honduras, el tiempo ira sumando los elementos necesarios para resolver su propio conflicto, para tener en la balanza los pesos cabales para emitir un juicio sobre si mismo y juzgar si ser homosexual es condenable o si es condenable el pensamiento de quienes reprueban a los homosexuales.
Por tanto Lito no es absolutamente pro-gay, sino que vive en carne propia un conflicto interno que es latente, análogo al conflicto interno del pueblo hondureño entre golpistas y la resistencia. Lito tiene que estar reconciliándose con Dios, consigo mismo, con la iglesia, con su fe, con todo mundo y a la vez con nadie (porque la lucha es interna) por su pensamiento y forma de actuar.
Lito no sabe que camino elegir, no termina de convencerse de que ser gay es pecaminoso o antinatural, es un chico con muchas dudas y temores como por ejemplo, temor al castigo divino, temor al fracaso en el amor, temor a quedarse solo, temores que se acentúan cuando la depresión se asoma en su mente. Por tanto a Lito solo le queda un recurso, el ultimo pero el mejor, Dios.
En todo caso la historia de Micheletti como el valiente que defendió la democracia o como el tirano que atropelló la democracia hondureña termina de escribirse el 27 de enero, cuando entregue el poder al presidente electo de Honduras, pero la historia de Lito como el joven cristiano y gay que solo pretende dejar de tener conflictos por eso mismo, ser cristiano y gay, tiene una duración indefinida. Solo espero que al final de la historia, cuando acabe, se tomen todas las cartas sobre la mesa y se le reconozca a Lito la lucha que libró, con todos los antecedentes y consecuencias y sea la historia, sin alteración alguna la que hable y dé un buen testimonio (no me refiero al religioso) de Lito.