domingo, 4 de octubre de 2009

El Asesino


Hace un tiempo conocí un hombre. Bueno, no personalmente (ya hubiera querido yo) sino porque leí un libro que hablaba un poco sobre el. Se dice que tenía un origen humilde y llego a ser el rey de un pueblo muy lejano, era trabajador, apuesto y además buen músico y compositor (¿el hombre perfecto?).
Pues este hombre a pesar de ser todo eso bueno que acabo de mencionar tenía un defecto particular: era gay... Jaja No, eso no es cierto, solo estoy bromeando. (Bueno algunos dicen que no esta del todo clara su orientación sexual, pero no es el punto) y su problemita es que le gustaba la sangre, pero tranquilos no era un vampiro, sino que era un hombre algo violento, sanguinario, macho, rudo, etc. Ah, también debo mencionar que era un devoto amante de su Dios. (¿Mencionarlo en este punto es algo irónico no?)
Si me pongo a enumerar sus “hazañas y valentías”, se va a hacer un poco largo el post, pero puedo mencionar que siguió siendo un asesino, hasta el último de sus días y no porque lo mataron en alguna pelea, sino porque increíblemente (¿intervención divina?) nunca murió en alguna. Y el ultimo día de su vida, postrado en cama, y hablando con su hijo y expresando sus ultimas palabras, le dijo: “Sin embargo, no tienes ya por qué perdonarle la vida. Tú eres inteligente, y sabrás qué hacer con él; aunque ya es viejo, hazle sufrir una muerte sangrienta.”
Pero curiosa es la platica que tienen tiempo después el hijo de este gran rey y el Dios de su padre. Y dice primero el joven: “Tú trataste con mucho amor a tu siervo David, mi padre, pues se condujo delante de ti con lealtad y justicia, y con un corazón recto.” Y Dios no lo desmiente a pesar de todo. Y luego Dios dice después: “Si andas por mis sendas y obedeces mis decretos y mandamientos, como lo hizo tu padre David, te daré una larga vida.” (Alguien dice que tal vez Dios no había leído la Biblia XD)

Y bueno este rey guapo y sanguinario es el rey David, el de la historia bíblica.
Digo todo esto porque también en el libro se menciona algo que debe importar mucho a David: “Pero afuera se quedarán los perros, los que practican las artes mágicas, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.”
Y bueno, David como pudimos ver, fue un asesino hasta el último de sus días y según la ley, no irá al cielo. O ¿estoy equivocado?
Digo todo esto porque se lo dije a un amigo mío, sobre nuestra condición de seres humanos, que llegaremos al cielo, pero solo por la intención de haber intentado estar cerca de Dios y probablemente, nos daremos cuenta, que jamás entendimos cual era el mensaje de Dios, por una u otra razón porque al final, después de todo, nadie es capaz de ser santo o perfecto y solo lo seremos, cuando conozcamos la muerte o cuando el venga en las nubes porque seremos renovados y hasta entonces, seremos perfectos.
Aquí en la tierra estaremos intentando secar el mar con una esponja de mano porque los estándares de Dios son muy altos tanto que somos incapaces de cumplirlos pero su fidelidad se manifiesta en que el se ocupará que lleguemos a ser perfectos en ese mismo día.
Quizás, no quizás, seguro Dios premiara el sacrificio porque es una gran prueba de amor particularmente de un gay que renuncia a su sexualidad por seguir a Dios aunque ante Dios, eso sea totalmente insignificante. (Si es que a Dios no le importa con quien comparten las personas su cama)
No digo con todo esto que tenemos licencia para matar, para robar, para tener sexo indiscriminadamente, para hacer lo que queramos. Lo que intento decir es que hay reglas que deben ser cumplidas, pero que estas deben o han de tener sus excepciones. Por ejemplo la regla de no matar, su excepto es por ejemplo en defensa propia. Así que creo que debe haber algunas excepciones en las reglas que se han dictado sobre la homosexualidad. Por ejemplo si hay amor de por medio.

Y me es imposible terminar este post (falta de "inspiración"), porque quisiera darle un buen final, una conclusión que sea acorde al mensaje y pueda lograr un impacto positivo en quien lo lee. Por esto mismo,
Continuará...