La Guerra De Mis Mundos

Ciertamente la guerra es algo pasado, actual y por desgracia, futuro. Ciertamente es dolorosa, injustificada, y por poco que dure, larga. Yo podría decir que mi mente por años ha sido un campo de batalla. Una batalla que originalmente creía era entre las fuerzas del bien contra las del mal. Digo originalmente porque ahora no estoy seguro de quienes son los combatientes o tal vez sea una guerra civil, es decir, una guerra contra mi mismo.
Todo empezó cuando llegue a la adolescencia y miraba que mis amigos y compañeros de colegio que ya hablaban de chicas y de todo lo que ello implica. Para mi fue duro ver como la mayoría se dedicaba a tener novia, buscar la forma de tener una, o contaban de sus aventuras tratando de tener algo con una. Fue en ese momento en el que empezó la frustración de no conseguir que ninguna chica me gustara, pero la frustración se hizo peor cuando descubrí que probablemente era homosexual. Es allí cuando la depresión comenzó a ganar terreno, al no poder dejar de ver hombres desnudos en Internet, al no poder dejar de fijarme en los chicos en la calle, al no poder sacar de mi mente a ese chico que me gustaba tanto, allí la depresión oficialmente entraba en la guerra como la mas poderosa arma en mi contra.
¿Pero que era lo que había hecho mal? ¿Qué había dejado de hacer a Dios para que me metiera en esto? ¿Por qué no se me quitaba la homosexualidad? Estas preguntas y muchas mas me las planteaba, y al no poder tener la respuesta, servia como la leña sirve al fuego, la depresión se hacia mas grande y mas pesada.
Y a eso sumado el hecho que era medio afeminado, que me gustaba masturbarme y ver pornografía entrando en conflicto con Dios, además de no tener respuesta a preguntas como: ¿Tienes novia? Y algunos elementos más hicieron que la depresión se hiciera más y más grande. Y también se convirtió en un circulo vicioso el: gustar de un chavo-ver pornografía-masturbarme-pedir perdón a Dios-proponerme no mas pecar-gustar de un chavo… lo que hizo hacerme caer y caer y al no poder escapar del ciclo, venía mas depresión. 

Desde entonces peleaba por rechazar la homosexualidad, creer en un Lito Heterosexual o normal y por tanto cristiano, peleaba por garantizar una familia en el futuro y cumplir a mis hijos como el padre que nunca tuve no lo hizo conmigo.

Gracias a Dios nunca intente el suicidio, ni nada en contra de mi bien, sino todo lo contrario, siempre quise lo mejor para mi, aunque los peores momentos eran aquellos en los que me sentía solo, (que realmente lo estaba, era una pelea que solo yo sabia que la peleaba sin nadie que pudiera ayudar o comprender) o en aquellos en los que quería tener a alguien para amar y que no le tenia…

Lo cierto hoy por hoy es que la depresión marco mi vida, de alguna manera u otra, me alejo de amigos, me forjo mi carácter o mas bien lo hizo frágil, me hizo inseguro, y mas y mas cosas que no quiero mencionar o no las tengo presentes porque no vale la pena traerlas a la mente. También es cierto que las cosas han cambiado de modo que: o la depresión es más chica o yo soy más fuerte, o ambos, lo que me alegra, porque me da esperanza en el futuro, y sobretodo en el presente.

Pero no todo es color de rosa ya que la guerra aun no ha acabado y para que eso suceda, tienen que ocurrir uno de estos eventos trascendentales: Dios, mi familia y amigos me aceptan como homosexual (dicho grosso modo) o Dios me quita la homosexualidad. ¿Que es lo que yo quiero? No importa. Dios se encargara de mi, yo solo viviré mi vida, me encomendare a Dios y el que actué, conforme vaya caminando a través del tiempo, daré todo el crédito a Dios. 

¿Que sucederá en el futuro? No lo se… pero en todo caso, esta historia continuara…