En estos tiempos la vida se hace sentir mas difícil, introspectiva y muy reflexiva. Es en este punto de mi vida en el que me estoy definiendo como persona, como estudiante, como amigo, como ser humano. Y es que vienen tantas dudas o ideas sobre si realmente estoy siendo yo, sobre si realmente lo que hago es lo que me gusta hacer o sobre si algún día vendrá esa especie de panacea que venga a curar todas esas imperfecciones que hacen que mi humanidad este muy pronunciada.
Y es que pasa todo esto porque la crisis económica mundial parece que ha sido tan vasta que han llegado sus tentáculos hacia mí. Por ejemplo antes recibía de un tío, quien me ayuda en la universidad (y en la vida cotidiana) una cuota que lejos de ser escasa, era más que suficiente para cubrir mis gastos de la universidad, pagar teléfono e Internet y alguno que otro antojo si es que lo quería. Pero no soy de esos así que el resto de dinero sin usar siempre paraba en el banco.
Y mi tío antes vivía en Estados Unidos, vivía bien, tenia su propia compañía y por eso hasta tuvo la generosidad de enviarme un carro desde la tierra del tío SAM.
Antes de comenzar la carrera en la universidad, yo trabajaba, al comenzar la carrera, deje de hacerlo y dedicarme solo a los libros. Y todo iba bien económicamente, dentro de mis estándares personales que para un europeo serán bien bajos pero para mi eran suficientes para vivir hasta que la crisis mundial estallo, sumado a eso el regreso de mi tío desde “la USA” hacia Honduras, y como golpe de gracia la inoportuna crisis política hondureña. Todo esto vino a dejar a mi tío en una situación económica muy mala y en consecuencia, a mí también. De modo que el carro que me ha regalado se queda en casa, no me voy en el a la universidad porque no hay suficiente dinero para la gasolina de todos los días, no hay dinero para pagar puntualmente los servicios de Internet y teléfono ni tampoco hay a veces para pagar el almuerzo o las copias de la universidad.
Ahora me aflige el hecho de que el carro necesita de algunos ajustes que involucran gastos y ni siquiera hay dinero para pagar gasolina. Digo, o pago gasolina y me quedo sin comer yo, o doy alimento a mi estomago y el carro se queda en casa. Me aflige también que tenga que perder la línea del teléfono o que tengan que tomar medidas legales por no pagar Internet. Me aflige no poder comprarme un par de zapatos, para vestir formal. En síntesis, me aflige ser tan pobre.
Y sumado a eso me aflige aun mas, el hecho de que no este rindiendo en las clases de la universidad, de manera que me entregaron un examen y fui el mas bajo de mi clase, y voy tan mal en otra clase que cabe la posibilidad de que la repruebe (lo mas cruel es que es la clase mas fácil de las 4 que estoy cursando)
La verdad yo tengo esperanza de un mejor futuro económico para mi y mi familia. Quiero ser alguien superado, por eso me metí a estudiar y al sacar resultados tan mediocres mi esperanza queda seriamente puesta en tela de juicio.
Aunque el no tener Internet es algo muy positivo para mí, porque es un gran distractor y hace que el tiempo que dedique a mis clases disminuya, igual significa un compromiso económico que adquirí en mejores tiempos y del que no me puedo safar tan fácil porque hasta firme un contrato que vence en julio del 2010.
Y por allí viene otra corriente de frustración, digo, el que no pueda manejar ni controlar mis deseos compulsivos de navegar el Internet. Y entre esos deseos están los deseos carnales, que yo soy muy bueno encontrando como saciarlos por medio del Internet, software y una cámara Web.
Me frustra el hecho de no poder decir no a estas alturas de mi vida. Me frustra el no tener huevos para pararme frente a mi lujuria y decir tajantemente no y si tenerlos para jugar con ellos.
Y para variar a veces me siento solo, sin amigos, con los cuales compartir de vez en cuando un almuerzo o algo alocado y divertido o una tarde en sincera intimidad. Y eso no solo pasa porque estudio una carrera que demanda mucho tiempo sino porque también me siento así en la universidad. A veces siento no encajar en algún grupo de amigos, aunque nunca suelo caer pesado suelo no ser muy sociable.
Gracias a Dios ya no siento aquellos deseos cursis de ser querido por la vía del amor erótico de hace un año atrás.
Pero así esta mi vida en estos días, con inviernos prolongados y veranos ilusionadores o tal vez solo sustentadores. Solo espero que pronto las crisis que me acosan se alejen de mi alrededor y venga un clima mejor que me hagan sentir en la vida lo entretenida que es en cada uno de sus momentos y no solo verlo como el estresante juego de ajedrez sin saber que peón mover si de hecho no se cuales son las reglas del ajedrez.
